cirugía plástica
rinoplastia
descripción del procedimiento
La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico realizado bajo anestesia general, diseñado para mejorar tanto la estética como la funcionalidad nasal. En nuestra clínica, cada paciente es evaluado minuciosamente durante la consulta inicial para determinar las necesidades específicas y objetivos del procedimiento, que puede incluir aspectos estéticos, funcionales o ambos.
¿Cómo se realiza la rinoplastia?
Dependiendo de la complejidad del caso, la rinoplastia puede realizarse mediante una técnica cerrada o abierta. La técnica cerrada, que es la que más frecuentemente realizamos, se caracteriza por realizar todas las incisiones dentro de las fosas nasales, evitando así cicatrices visibles en la columela nasal. Esta técnica ofrece ventajas adicionales, como mantener la integridad vascular y permitir una mejor movilidad de la punta nasal.
En situaciones más complejas, puede ser necesario emplear injertos autólogos provenientes de costilla, calota craneal o cartílago auricular. La decisión sobre la necesidad de estos injertos se toma según la evaluación personalizada del paciente.




Cuidados postoperatorios
Tras la cirugía, se coloca una férula nasal de yeso que debe permanecer entre 3 y 5 días para asegurar una adecuada cicatrización. Inicialmente, también se colocan mechas nasales para facilitar la hemostasia, las cuales se retirarán según indicaciones médicas.
Una vez retirada la férula, se aplican cintas de micropore que se cambiarán cada 3 a 5 días, dependiendo de la evolución del paciente. La desinflamación ocurre de manera gradual: aproximadamente un 50% se logra durante los primeros tres meses, y posteriormente disminuye alrededor de un 5% cada mes hasta alcanzar los resultados finales al año del procedimiento.
Además, se recomiendan los siguientes cuidados específicos:
Higiene nasal: realizar lavados nasales con soluciones salinas a partir del tercer o cuarto día postoperatorio para mantener limpias las fosas nasales y facilitar la respiración.
Evitar actividades físicas intensas: durante al menos 3 a 4 semanas, evitar ejercicio vigoroso o actividades que puedan aumentar la presión arterial o provocar traumatismos en la nariz.
Protección solar: evitar la exposición directa al sol durante los primeros meses y utilizar protector solar para prevenir cambios en la pigmentación.
Uso de gafas: evitar el uso de gafas que se apoyen directamente sobre la nariz durante al menos 4 semanas para proteger la estructura nasal durante la cicatrización.
Seguimiento médico: asistir rigurosamente a las consultas de seguimiento para evaluar la evolución y realizar ajustes según sea necesario.
Cada paciente tiene necesidades y resultados únicos, por lo que una valoración previa es indispensable para asegurar que la rinoplastia cumpla tanto los objetivos estéticos como funcionales deseados.

